25 abril, 2024

Reduciendo la velocidad a 30 km/h en las ciudades, “se salvarían dos terceras partes las vidas de peatones que mueren atropellados”

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Lo planteó el director de Luchemos por la Vida Alberto Silveira, quien explicó que un peatón atropellado a 40 km/h tiene un 30% de posibilidades de deceso, pero esa chance se reduce a un 10%, si es impactado a 30 km/h. De todas formas, Silveira alertó sobre el incumplimiento de la ley de tránsito que establece que los peatones tienen prioridad en cada cruce peatonal.

“Peatones somos todos y somos el eslabón más frágil del sistema de tránsito, en todo el mundo se estima que hay 250 mil muertes de peatones (anuales) y en Argentina, son más de 1200 peatones”, manifestó este miércoles el director de la ONG Luchemos por la Vida, Alberto Silveira, en diálogo con el programa Previa Informativa. Silveira se pronunció decididamente por una reducción en la velocidad máxima permitida para transitar en las calles de zonas urbanizadas, señalando que 10 km/h de velocidad menos, hacen una enorme diferencia en términos de incidencia de fatalidades en peatones arrollados por vehículos.

Y volvió a insistir en la necesidad de controles eficaces y sanciones efectivas, para lograr un cambio cultural y social, que permita que los conductores dejen de creer que tienen prioridad en los cruces peatonales, cuando lo que indica la ley de tránsito, es exactamente lo contrario.

La paradoja de los peatones en Argentina: tienen prioridad y deben agradecer las veces que les dan paso

Según las estadísticas de Luchemos por la Vida, Silveira alrededor del 20% de los muertos en el tránsito, son peatones atropellados en calles del país. “Es una paradoja que ocurre en Argentina, porque las leyes de tránsito en el país y en todo el mundo, le otorgan prioridad a los peatones en las esquinas y sendas peatonales. Deben detenerse y dejar pasar al peatón. Pero en Argentina, somos nosotros los que tenemos que parar y dejar pasar, porque si no, nos pasan por arriba”, cuestionó.

“Sólo el 12% le otorga a los peatones la prioridad, es uno de cada diez”, recalcó Silveira, poniendo de relieve que “cuando ocasionalmente algún conductor otorga prioridad al peatón, este tiene miedo de pasar y lo hace agradeciendo con un gesto o palabra, como si le han hecho un favor”.

Consultados sobre si hay variaciones entre provincias al analizar el respeto o no de la prioridad de los peatones, Silveira enfatizó que “la falta de respeto y el no otorgamiento de la prioridad peatonal es generalizada en todo el país”.

Sobre este punto, Silveira advirtió que existe una “gran responsabilidad de las autoridades, porque no dar prioridad al peatón es una infracción grave, y no se labran infracciones por esa razón. Y no se aplican sanciones”, alertó. En esta línea, el director de Luchemos por la Vida insistió en que “si no y hay control eficaz y no hay sanción efectiva por parte de las autoridades, es muy difícil mejorar en seguridad vial”, sostuvo.

Reduciendo en 10km/h la velocidad máxima, “salvaríamos las dos terceras partes de las vidas que se pierden de los peatones”

En un tramo saliente de la entrevista, Silveira defendió la reducción de las velocidades máximas de vehículos en zonas urbanizadas, porque reducirían enormemente la cantidad de peatones fallecidos por atropellamientos. “Recién ahora en algunas ciudades están aplicando la reducción de la velocidad a 30 km/h en las calles, como lo aconseja la ONU y la OMS. Porque está demostrado que, a menor velocidad, las consecuencias son mucho menores”, puntualizó.

“Un peatón arrollado a 40 km/h tiene 30% de probabilidades de morir, pero si es atropellado a 30 km/h, esa posibilidad se reduce a un 10%. Con esa sola medida salvaríamos las dos terceras partes de las vidas que se pierden de los peatones arrollados en las calles argentinas”, manifestó Silveira.

Sin embargo, subrayó que “estamos atrasados respecto al mundo, la prioridad peatonal (efectiva) está presente en todos los países exitosos en materia de seguridad vial. Y también en Brasil, Chile y otros de América Latina. Estamos cultural y socialmente atrasados. Y también por la inactividad de las autoridades”, enfatizó.

“El uso del celular al volante es un nuevo factor de inseguridad vial”

Insistiendo en que las normas viales le dan prioridad al peatón, Silveira recalcó que “la responsabilidad fundamental es del conductor, algunos se molestan y tocan la bocina, porque creen que tienen que pasar primero. Diferente es el caso del peatón que cruza por cualquier lado o hablando por teléfono o distraído. Ahí podemos hablar de responsabilidad (compartida). Pero que no se le dé prioridad en las esquinas, desestimula cruzar correctamente sobre las sendas peatonales. Ese incumplimiento del peatón es consecuencia directa del incumplimiento de los conductores”, aclaró.

Finalmente, Silveira se refirió a los efectos del uso del teléfono celular en la conducción de vehículos, un problema grave, especialmente en los últimos años. “El uso del celular al volante es un nuevo factor de inseguridad vial, aún cuando se use sin manos. Porque la alienación, el transporte del conductor a una situación distinta del tránsito, lo transforma en una persona que está en cualquier lado menos detrás del volante. El que está manejando y mandando mensajes, o conduce más despacio, o anda zigzagueante, o cruza el semáforo en rojo. Lo mismo cabe para el peatón”, consignó.

“Sin controles eficientes y sanciones eficaces, de las que no se pueda escapar, no vamos a disminuir significativamente, el número inaceptable de muertos que tenemos en la Argentina en el tránsito”, remató Silveira.

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