Fue con un acto en el Centro Cívico de Oberá el sábado. Hubo discursos de quienes son los protagonistas de esta larga historia institucional y recuerdos de los que no están.
En el Centro Cívico de Oberá, lugar emblemático para la institución, el Movimiento Agrario de Misiones, MAM, llevó a cabo el acto conmemorativo por los 50 años de vida. Socios fundadores, actuales dirigentes y el recuerdo latente de quienes ya no están pero dejaron su huella en la lucha agraria, defensa de la democracia y los derechos humanos como sostén innegociable de la organización, estuvieron presentes. Una luminosa jornada dio marco ideal al encuentro.
Se vivieron momentos emotivos con las palabras de los oradores que repasaron acontecimientos vividos en la etapa más cruel del movimiento, durante la dictadura, cuando fueron perseguidos, torturados, muertos y algunos hasta la actualidad desaparecidos.
Con una re-edición especial del periódico Amanecer Agrario, medio de comunicación de la época para llegar a todos los rincones de la provincia, despertando el espíritu de lucha en cada familia de los trabajadores de la tierra y llevando el genuino mensaje de sus integrantes, se repasó la historia.
“Quiero recordar las palabras de Pedro Peczak en el primer número del periódico. Él preguntaba, para qué levantamos tribunas en Oberá, en Candelaria y otros lugares y decía, las levantamos para contar nuestra verdad, para decirles a nuestros compañeros que juntos somos fuertes, juntos podemos luchar y podemos vencer, para decirles a nuestros enemigos que los trabajadores del agro misionero nos hemos puesto de pie y no volveremos a arrodillarnos ante nuestros explotadores”, recordó Pablo Fernández Long, asesor del MAM en sus inicios, resaltando la figura, para todos del mayor dirigente que tuvo la organización, desaparecido en diciembre de 1976.
El “presente” sonó a viva voz, en el repaso de los socios fallecidos y desaparecidos. Mónica, la hija mayor de Valdimiro Hippler, otra de las víctimas de la etapa nefasta del país, asistió al acto acompañada por su madre, Lurdes.
“Agradezco a mi madre que se haya enamorado de aquel hombre de ojos verdes y buen hablador. En aquel 1971, yo tenía tres años. Crecí junto a un inquieto y activo padre que no perdía la oportunidad de llevarnos donde fuere y le dictara su corazón, ideales, sueños, convicciones”, confesó la mujer.
A lo que agregó: “Fueron cinco años de activismo que sólo esos adultos sabían lo que defendían, porque en 1976 ya saben lo que pasó, yo con ocho años me quedaba sin papá, desaparecido hasta hoy y sin mamá, porque fue apresada, para volver ultrajada, varios meses después, pero volvió gracias a Dios. Del movimiento y de mi papá no se habló mucho más en la familia, era muy doloroso. Ahora los oradores, los historiadores, traen a la memoria, los ideales de mi papá Valdi, junto a mi tío Anselmo (también desaparecido)”.
En el acto, también compartieron sus vivencias, Juan Carlos Berent, miembro fundador; Amelia Godoy, esposa del fallecido Michel Guilbard, otra figura fundamental en la creación del MAM; Ramón Enriquez, asesor jurídico de la organización; Perla Wiñaski, referente actual del movimiento en Colonia Alberdi; Nahuel Levaggi, coordinador Nacional de la Unión Trabajadores de la Tierra, quien viajó especialmente para participar del acto; y el actual secretario General del MAM, Salvador Torres.
“Cuando se realizó la asamblea el 28 de agosto (1971) nunca pensé que iba a pasar todo lo que pasó”, reconoció Juan Carlos Berent, acompañado en el acto por Juan Cieplinski (91), Mario Andrujovich y Eduardo Zurakoski, también socios fundadores.
El MAM llegó a tener 12 mil socios. Fue reorganizado en 1983, con el retorno de la democracia, relató Enriquez. “Se decidió seguir con la organización, en honor a esos compañeros que cayeron en la lucha, recuperando nuestra historia, eso nos permite estar celebrando hoy los 50 años” remarcó.
A su turno, Salvador Torres, reconoció los logros históricos y afirmó que la lucha continúa. “Tenemos claro que a los productores nunca nadie nos regaló, ni nos va a regalar nada. Los muertos, los desaparecidos viven en cada surco de la tierra. Las nuevas generaciones seguiremos sus huellas, ese es el compromiso”, expresó. También, fue crítico con las actuales políticas agrarias, pidió por la igualdad de género y remarcó el compromiso por los derechos humanos.
“Hicimos cálculos, por cada cinco productores hay un funcionario o un técnico. Se crean organismos de gobierno con la idea de favorecer al sector, pero los primeros que se benefician son ellos y a los productores muy poco llega. Seguimos trabajando sobre esas líneas. Nombrar a la mujer es fundamental, basta de machismo, sobre esto debemos educar, no queremos maltrato y discriminación de nuestras mujeres”, señaló.
El acto concluyó con entrega de reconocimientos y un verdurazo, entrega de bolsas de productos de la chacra a los presentes. Contó además con la actuación del cantautor obereño Karoso Zuetta, su esposa Nerina Bader y la hija de ambos, Luna.
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