Se trata de una auxiliar de la Municipalidad de Caraguatay sospechada de realizar compras con dinero de las arcas municipales durante varios meses y por un valor de $10.000.000
La fuerte denuncia realizada hace más de una semana por el intendente de Caraguatay, ante la Fiscalía de Instrucción Uno de Puerto Rico, sacó a la luz una fuerte investigación por supuesta malversación de fondos y estafas en donde una mujer que trabajaba como empleada auxiliar en la Municipalidad de la citada localidad habría realizado compras que según las primeras pesquisas rondarían los 10 millones de pesos.
Con ese dinero, en un lapso superior a un año, habría adquirido desde electrodomésticos, equipos de informática y hasta dos costosos animales.
El destape del caso y los primeros elementos de prueba obtenidos por los pesquisas derivaron en la inmediata detención de la acusada, una mujer de Montecarlo de 40 años que cumplía funciones municipales en Caraguatay desde hacía varios años y que al parecer tenía acceso al manejo de la cuenta bancaria del municipio.
Según pudo saber este medio con fuentes ligadas al expediente, la mujer fue trasladada el último lunes a prestar declaración indagatoria, tres días después de concretarse su arresto. Pero por recomendación de su abogado particular optó por guardar silencio, sin que esto agrave su situación procesal.
Más allá de esto último, de forma preliminar y en base a los elementos de prueba que se tienen hasta el momento en el expediente, la mujer fue imputada por defraudación a la administración pública y malversación de fondos. Aunque no se descarta que más adelante, pueda ser acusada también de adulteración de documentos públicos.
Cuentas sin cerrar
Las presuntas maniobras fraudulentas fueron detectadas el mes pasado cuando mediante un primer arqueo de contabilidad del municipio se advirtió el faltante de importantes sumas de dinero, lo que derivaron en estudios más exhaustivos para determinar dónde habían ido a parar los fondos de la comuna.
Según voceros consultados, de este estudio se detectaron varias compras por montos de 200.000, 300.000 y hasta 500.000 pesos en distintos comercios.
Existen pruebas que indican que la empleada, en el marco de la compra de elementos para la comuna, realizaba otras adquisiciones para uso personal y que eran costeadas desde la cuenta bancaria de la Municipalidad.
Entre estos se detallan una freidora, una cafetera y hasta productos para bebés.
Se sospecha que aprovechándose de tener acceso directo al homebanking de la Municipalidad la mujer concretó todas las compras.
Por si fuera poco, por estas horas también se está investigando si la implicada enviaba transferencias con montos mayores a los valores que se ofrecían por determinado producto.
Todo esto con la intención de recibir el dinero de más que devolvía la casa comercial y que iba, en este caso, a la cuenta bancaria personal de la sospechosa.
Por otro lado, una de las primeras medidas dispuestas por el juez Manuel Balanda Gómez, a cargo del Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico, fue un allanamiento en la vivienda de la mujer en donde se secuestraron distintos dispositivos informáticos.
Aunque días después, luego de avanzar más en la pesquisa, el magistrado dispuso una ampliación de allanamiento en el mismo inmueble, en donde se encontraron con dos perros cachorros de un raza exótica, adquiridos cada uno por cerca de 400.000 pesos.
Las fuentes también indicaron que en las próximas horas el juez debe resolver un pedido de excarcelación presentado por el abogado de la acusada.
En tanto que de no prosperar el beneficio, no se descarta que la mujer solicite mediante su patrocinante legal la prisión domiciliaria, ya que tiene una hija pequeña con discapacidad que requiere de cuidados y que actualmente se encuentra con su padre. Para la semana que viene se aguardan por la toma de declaración testimonial a otros empleados de la Municipalidad de Caraguatay, como así también de un contador que detectó las primeras maniobras ilícitas.
Además, desde el juzgado interviniente se solicitó el estado de movimientos e historial bancario de la cuenta desde donde se efectuaron los pagos para determinar los alcances de las supuestas maniobras.
En cifras
$800.000
Entre las compras que habría efectuado la acusada se destacan dos perros cachorros de una raza exótica y que fueron adquiridos por 800.000 pesos.
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