20 abril, 2024

Los 60 años del emblemático Anfiteatro posadeño

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Fue construido por el arquitecto Jorge Pomar bajo la administración del gobernador César Napoleón Ayrault. La apertura se realizó el 17 de febrero de 1962, en ocasión de disputarse en la tierra colorada el XXIX Campeonato Argentino de Básquetbol. La idea se gestó en casa de José “Pepe” Bertrán.

El anfiteatro “Manuel Antonio Ramírez” es considerado una de las obras más emblemáticas de la capital misionera. Con un imponente escenario, sede de nuestro Festival Nacional de la Música del Litoral, y recostado sobre la actual costanera posadeña, fue construido en 1962 para la organización del XXIX Campeonato Argentino de Básquetbol.

En ese entonces José “Pepe” Bertrán ejercía la presidencia de la Federación Misionera de Básquetbol y el gobernador era César Napoleón Ayrault, quien dispuso el compromiso político y la ayuda financiera. En un tiempo récord se construyó el escenario que aún permanece como testimonio de una gran iniciativa.

Además del incondicional apoyo de Ayrault para construir el estadio, el azar aportó su cuota inesperada: a través de la Lotería Provincial se gestionó un sorteo especial y desde la Lotería Nacional se dispuso un sorteo alegórico al acontecimiento con un premio de tres millones de pesos y que las utilidades de la venta pasaran a engrosar los fondos destinados al torneo. La casualidad hizo que el billete premiado estuviera en poder de la Federación Misionera de Básquetbol, lo que ayudó en gran forma al éxito organizativo del evento.

El estadio, tipo anfiteatro griego, que está ubicado en el Parque República del Paraguay, sobre la costa del río Paraná, fue construido íntegramente de hormigón armado. Posee una capacidad para seis mil personas cómodamente sentadas, y cuya capacidad se duplicaba en los grandes festivales de la Música del Litoral, entre otros actos artísticos, culturales y deportivos de movilización masiva de aficionados.

Entorno único

En 1961, Posadas había aceptado ser sede del XXIX Campeonato Argentino de Básquetbol, que se llevó a cabo en febrero de 1962. Pero la ciudad no contaba con la infraestructura necesaria para un evento de esas características, por lo que el gobernador Ayrault decidió la construcción de un lugar público con las características acordes al evento deportivo.

Aunque en un primer momento su idea era la edificación de un estadio municipal en el predio donde está emplazado el Colegio Provincial “Martín de Moussy”, finalmente se decidió a dar rienda a un anteproyecto del arquitecto posadeño Jorge “Cacho” Pomar y los cálculos del ingeniero Eugenio Beghé. Rápidamente, bajo la financiación del Instituto Provincial de la Vivienda, en sólo tres meses se construyó el anfiteatro, erigiéndolo donde hasta ese momento se encontraba la primera costanera de Posadas, la Costanera Norte y el denominado Parque Japonés. El pasado 17 de febrero se cumplieron 60 años de la inauguración del Anfiteatro que, recientemente, fue puesto en valor por la Municipalidad de Posadas, desde donde se encaró la remodelación y la del entorno durante el último trimestre de 2021.

El Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez está ubicado en una silueta costera del río Paraná conocida como Punta Gómez, en el Parque República del Paraguay, del barrio Villa Sarita. Se encuentra recostado sobre en la barranca natural que desemboca en la avenida Costanera Monseñor Jorge Kemerer. Posee una capacidad para seis mil personas cómodamente sentadas, cuya capacidad se duplicaba en los grandes festivales de la Música del Litoral, entre otros actos artísticos, culturales y deportivos de movilización masiva de aficionados.

Para su construcción se dispusieron 8.325 metros cuadrados, cubriendo 2.928 metros cuadrados con un imponente escenario y cinco gradas, en forma de abanico, pasillos de circulación y capacidad para espectadores sentados, todo ello bajo un imponente marco.

Su designación como “Manuel Antonio Ramírez” fue en homenaje al fallecido agrónomo, poeta y periodista nacido en Buenos Aires en 1911, pero que se desempeñaba profesionalmente en la tierra colorada y cuya obra está considerada como una parte fundamental del campo literario. Dicha denominación del predio fue idea de Aníbal Cambas quien fuera el presidente de la Junta de Estudios Históricos, y que fue consultado por el gobernador antes de inaugurarlo, para que lo ayudase a elegir un nombre representativo de la provincia de Misiones

En noviembre de 1963 se realizó la Primera Edición del Festival de la Música Litoraleña, hoy conocido como Festival Nacional de la Música del Litoral y del Mercosur. En 1992, el escenario mayor del anfiteatro fue bautizado por el Concejo Deliberante como “Alcibíades Alarcón”, quien fue un cantautor, poeta y compositor misionero. En noviembre de 2014 se denominó a la platea central: “Ramón Ayala”, como un homenaje el reconocido artista posadeño.

Lugar de interés cultural, histórico y patrimonio de la comunidad posadeña, fue refaccionado por la Comuna con la intención generar un espacio apto para el desarrollo de distintos eventos. Para ello se efectuaron trabajos de pintura en el sector de las gradas, como así también en las rejas y en los pasamanos, se reaccionaron los sanitarios y se construyeron rampas de acceso y un baño adaptado, fortaleciendo así el eje de la inclusión social. También al pie de este acceso, se colocó un suelo de hormigón para mejorar el paso del público, y se designaron áreas para los “Food Trucks”, permitiendo una localización estable del sector gastronómico.

Rumbo al Campeonato

El periodista Julio López señala en sus memorias que en ese seleccionado misionero de básquetbol estuvieron Manuel Humberto “Tupi” Varela, Jorge Rokuro Yamaguchi, Salvador María Guenín, Carlos Tarragó, Paulino Martín (capitán), Armindo “Chicho” Saucedo, Tiburcio Pelozo, José Martínez, Ángel Villalba, Otto Bich, Luis Brítez, Arnaldo Vera, DT: Rodio Olmedo, delegado al Congreso, José “Pepe” Bertrán y suplente, Andrés Dalmau. Además del anfiteatro, la ronda preliminar también se jugó en canchas del Jorge Gibson Brown y la Asociación Racing Club.

En el plano deportivo quedó para el recuerdo el título logrado por Santiago del Estero frente a Córdoba, en una final electrizante, cuando Ernesto Palazzi a siete segundos del final “robó” una pelota a Hugo Olariaga, el mejor jugador cordobés, y convierte el tanto que le dio la victoria al aguerrido equipo santiagueño de Chazarreta. Olariaga en un ataque de nervios quiso tirarse al río desde el escenario, controlado por sus compañeros. El equipo misionero inició su preparación bajo la orientación técnica del profesor Carrera Gros, contratado especialmente para prepararlo tácticamente, además de dictar charlas de formación y actualización a entrenadores locales. La posta en la fase final la tomaron dos hombres relevantes del básquetbol misionero: “Pocho” Olmedo y “Tatato” Magán López.

En ese seleccionado misionero estuvieron Manuel Humberto “Tupi” Varela, Jorge Rokuro Yamaguchi, Salvador María Guenín, Carlos Tarragó, Paulino Martín (capitán), Armindo “Chicho” Saucedo, Tiburcio Pelozo, José Martínez, Ángel Villalba, Otto Bich, Luis Brítez, Arnaldo Vera, DT: Rodio Olmedo, delegado al Congreso, José “Pepe” Bertrán y suplente, Andrés Dalmau. No hizo un buen torneo el equipo local, que terminó duodécimo. Perdió contra Mendoza 62-60, Tucumán 73-56 y Catamarca (81-57) y quedó relegado a los puestos de atrás. Allí le ganó a San Juan 78-73, a Salta 66-58, a La Rioja 60 a 53 y a Capital Federal 2-0, por no presentarse estos últimos. Para cumplir con el torneo, se trajeron dos tableros de vidrio de Buenos Aires, precisamente los que se utilizaban en el mítico estadio Luna Park, y se compraron gran cantidad de pelotas de cuero, que luego pasaron a los clubes locales.

Polideportivo El Zaimán

“Pepe” Bertrán tuvo activa participación al hacerse cargo del Comité Organizador del Campeonato Argentino de 1984, con el decidido apoyo del gobernador Ricardo Barrios Arrechea y el recordado ministro Sábato Esteban Romano, se encaró la remodelación del Polideportivo El Zaimán, donde se construyeron tribunas y sanitarios, lográndose un ámbito acorde para un evento de esa envergadura. En esa oportunidad la Confederación Argentina lo premió con la máxima distinción a su trayectoria deportiva: “Benemérito del básquetbol argentino”.

Posteriormente, el 16 de marzo de 1988 -tres meses antes de su muerte- llegaron a Posadas los integrantes de la Comisión Técnica de la Federación Internacional (FIBA), encabezada por su secretario general, el yugoslavo Boris Stankovic, además de Jorge Becerra (presidente del CEMBA ‘90) y Rubén Rábano (titular de la Confederación Argentina de Básquetbol) entre otros. Los visitantes llegaron procedentes de Tucumán, donde realizaron similar recorrida, y fueron recibidos en el Aeropuerto Libertador General San Martín por autoridades provinciales y dirigentes locales, encabezado entonces por Eduardo Fragueiro. La recorrida incluyó la visita del complejo deportivo “Ciudad de Posadas” en El Zaimán, luego visitaron los clubes Brown y Mitre, designados como alternativas y dos hoteles. Se realizó una conferencia de prensa y poco más de seis horas en suelo misionero sirvieron para tener un panorama del estado de las cosas, dejando una serie de pautas antes de viajar a Rosario, para cumplir otro compromiso. Un año después, el 17 de marzo de 1989, Luis María Casonni, en su carácter de vicepresidente del Comité Ejecutivo del Mundial de Básquetbol Posadas (COEMBAP ‘90) anunciaba que los misioneros perdieron la subsede de la competencia, que se concretó en nuestro país entre el 8 y 19 de agosto de 1990.

“Pepe” Bertrán también formó parte del grupo de dirigentes que impulsaron el turf en Posadas y la construcción del hipódromo “General Belgrano” en Villa Lanús, en 1960. Fue presidente del Jockey Club Posadas entre 1972 y 1976.

Su fallecimiento se produjo el 26 de junio de 1988 en una de las tribunas del estadio del club Bartolomé Mitre durante un encuentro futbolístico entre el club de sus amores y Guaraní Antonio Franco.

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