18 abril, 2024

“Le pusieron la cabeza en un balde con agua y apretaron sus testículos”

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La esposa de un agricultor denunció presuntos apremios en el marco de la pesquisa por un robo. Integrantes de la CPPT entrevistaron al damnificado y constataron sus lesiones.

Funcionarios de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura (CPPT) entrevistaron ayer a un agricultor de la localidad de Colonia Alberdi que denunció haber sido víctima de brutalidad policial por parte de efectivos de la comisaría de Alberdi.

Se trata de Héctor Almeida (49), quien fue detenido el último viernes en el marco de la investigación de un millonario robo en Colonia Paraíso, municipio de Campo Ramón. 

Según su versión, ese día a media tarde se hallaba en la casa de un vecino, familiar de los damnificados en el citado ilícito, cuando fue abordado por una patrulla.

Habría sido reducido, esposado y golpeado en el lugar, tras lo cual lo trasladaron a la comisaría de Alberdi, donde dos uniformados le propinaron golpes de puño y patadas. También habrían lastimado sus partes íntimas.

Pero lo peor, siempre según su testimonio ante los comisionados de la CPPT, fue cuando lo sometieron a sesión de tortura en la que le introdujeron la cabeza en un balde con agua.

“Lo que presuntamente padeció Almeida es aberrante. Lo sostenían entre dos, estando esposado, para meterle la cabeza en un balde con agua. Constatamos una serie de excoriaciones en varias partes de su cuerpo y le tomamos fotografías para aportar en la denuncia penal”, precisaron desde la CPPT.

Por su parte, Elizabeth Pietroski (53), la esposa de Almeida, mencionó que recién el martes pudo ver a su marido, quien le comentó los apremios ilegales que habría padecido a manos de los policías. 

“Le pusieron la cabeza en un balde con agua y apretaron sus testículos. Me contó que le tumbaron al piso y le pisaron la cabeza, y le dieron bastonazos por la espalda y las piernas. La nariz y un oído le sangraron mucho. También le duele el pecho”, detalló.

Segunda denuncia

Luego de ser capturado, en primera instancia Héctor Almeida fue alojado en la comisaría de Alberdi, donde habría padecido la brutalidad policial. Luego fue trasladado a la seccional Cuarta de Oberá, aunque en dicha dependencia no fue maltratado, tal como aclaró ante los funcionarios de la CPPT.

En tanto, además de la intervención del organismo provincial, el detenido también cuenta con asesoramiento de una abogada particular.

Precisamente, en la víspera la profesional tomó contacto con otro detenido que refirió presuntos apremios ilegales por parte de efectivos de la División Investigaciones de la Unidad Regional II. Al respecto, anticipó que hoy se presentarán en la fiscalía de Instrucción Uno para radicar la correspondiente denuncia.

En diálogo con Elizabeth Pietroski se mostró muy preocupada por la situación de su esposo, sobre todo por los dolores que refiere el detenido.

“Las marcas que tiene son impresionantes. Tiene muchos moretones y golpes internos. Dice que el médico le revisó por arriba, pero no le hicieron ninguna placa. No entiendo por qué los policías actúan así. Mi marido trabaja en la chacra, no es un ladrón. En todo caso, por lo poco que entiendo, si la Policía le detiene por una investigación está bien, pero no tienen derecho de lastimarle de esa forma. A mi marido le torturaron de manera terrible”, lamentó.

Sin ocultar su indignación, mencionó que el viernes por la tarde su esposo fue a la casa de un vecino que “es pariente de la gente que asaltaron en Campo Ramón y en eso llegó la Policía y lo detuvieron. Después, en los medios salió que le detuvieron en la vía pública con una escopeta, lo que es mentira. Ahora queremos ver de qué se lo acusa”.

Al respecto, desde su defensa mencionaron que recién hoy Almeida será conducido al juzgado que interviene en el citado robo.

Robo y derivaciones

El hecho por el que Héctor Almeida fue detenido como sospechoso, según la información brindada por la Policía, se registró la noche del viernes pasado una propiedad de Colonia Paraíso, Campo Ramón.

Según la denuncia radicada por Pablo Meller (48), antes de la media noche se hallaba con su esposa cuando cinco hombres irrumpieron en su domicilio con fines de robo.

El damnificado precisó que todos estaban vestidos con prendas oscuras, tenían guantes tácticos, chalecos balísticos y pasamontañas. Todos tenían los rostros cubiertos y dos portaban armas largas, tipo escopeta calibre doce.

Los delincuentes irrumpieron en el domicilio tras presentarse como policías que contaban con una orden de allanamiento. Ya en el interior amarraron a la pareja con una soga y revisaron la propiedad, hallando la suma de un millón de pesos. Además se hicieron de un revolver calibre 38 y de dos teléfonos celulares.

Tras el primer atracó los malvivientes se dirigieron a la casa de César Meller -hermano de Pablo-, situada en la misma chacra, donde se alzaron con un botín de tres millones de pesos, 50 mil reales y una cantidad de dólares sin precisar.

Durante el fin de semana efectivos de diferentes dependencias de la UR II realizaron diferentes allanamientos y detuvieron a varias personas en averiguación de los hechos en perjuicio de los hermanos Meller.

En ese contexto fue detenido Almeida. También hubo procedimientos en otros puntos de la provincia, como Garupá, donde capturaron a un ex policía y a un integrante de la Guardia Urbana local como sospechosos de los citados atracos en Campo Ramón.


Antecedentes

El pasado 14 de septiembre, integrantes de la CPPT organizó en Oberá una reunión con autoridades para analizar la problemática de la violencia institucional.

Las estadísticas oficiales son contundentes: de un total de 40 denuncias por excesos policiales registrados entre enero y agosto del corriente año, 19 corresponden al área de la Unidad Regional II de Oberá.

Según datos suministrados por la CPPT, en los primeros ocho meses de 2021 se duplicaron las denuncias recepcionadas el año pasado en la misma jurisdicción. 

Si bien la mayoría de los reclamos son por violencia física, también se registran situaciones como falta de higiene y hacinamiento en las diferentes dependencias.

Por ello el organismo provincial organizó una sesión ampliada en Oberá y contó con participación de las principales autoridades locales.

Estuvieron presentes el intendente Carlos Fernández, el obispo Damián Bitar, el presidente del Tribunal Penal Uno, Francisco Aguirre, los fiscales de instrucción Miriam Silke y Elías Bys, y jefe de la UR II, comisario mayor Héctor Araujo, entre otros invitados.

Tras el desglose de las estadísticas, hubo espacio para el debate y las propuestas tendientes a corregir las actuales fallas.

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