El modus operandi preocupa por el nivel de información privada que manejan los ciberdelincuentes. En un hecho anterior le robaron 100.000 dólares a una mujer.
Saben tus datos personales, saben tus vínculos y, principalmente, saben cuánto dinero guardás. Las estafas virtuales en Posadas se profundizaron en las últimas semanas, a tal punto que sólo entre ayer y el lunes se recibieron al menos diez denuncias por hechos similares.
De acuerdo a lo consignado por altas fuentes consultadas, las denuncias fueron radicadas en distintas comisarías posadeñas y en la misma Dirección Cibercrimen de la Policía de Misiones, en tanto que todas las causas quedaron en manos del Juzgado de Instrucción Dos, a cargo del magistrado Juan Manuel Monte.
En detalle, las fuentes indicaron que el lunes a la mañana se recibieron tres denuncias, mientras que a la tarde se sumaron cuatro más y ayer a la mañana ya se habían registrado otras tres, todas con patrones idénticos y un modus operandi similar.
Ya en su edición del lunes este matutino alertó sobre estafas cometidas a través de perfiles de Whatsapps y ofrecimientos de dólares a bajo costo, pero el abanico de fraudes no acaba allí (ver WhatsApp y dólares…).
Según añadieron los voceros, en las últimas denuncias registradas las víctimas detallaron que recibieron llamados desde números desconocidos que se hacieron pasar por familiares directos e inventaron diversas historias con tal de engañar y acceder a los ahorros de los damnificados, quienes en su mayoría se tratan de personas de avanzada de edad.
Por ejemplo, en uno de los casos registrados, una mujer recibió el llamado de un supuesto sobrino que le dijo que había protagonizado un accidente de tránsito y necesitaba dinero para cubrir la operación del motociclista herido en el hecho.
En la continuidad de la conversación, el estafador además le demostró conocer el origen y la cantidad del dinero que la mujer tenía, con lo cual se aseguró aparentar el nivel de cercanía familiar.
“A una de las víctimas le dijeron que sabían que tenía los dólares de la venta de una propiedad y otra por ejemplo le dijeron que sabían que estaban ahorrando para una cirugía, pero que necesitaban urgente el dinero y que después le iban a devolver”, detalló una fuente involucrada en la pesquisa.
Con esto, los investigadores están alarmados por el grado de información e inteligencia previa que realiza la banda detrás de esta clase de delitos.
La situación llegó a tal punto que no descartan que entre los implicados estuviera alguna persona con acceso a diferentes bases de datos de organismos oficiales, empresas o instituciones bancarias que cumpla funciones como datero.
“Ellos llaman y se hacen pasar por un pariente o familiar cercano. Cuando convencen a sus víctimas, le pasan un número de cuenta para hacer las transferencias o a veces hasta le dicen que va a ir el contador de ellos a buscar la plata personalmente”, narraron.
Las fuentes agregaron que algunas estafas llegaron a concretarse y otras, afortunadamente, quedaron en el intento.
Antecedente millonario
Entre las que llegaron a concretarse la más grave data de hace aproximadamente una semana. La víctima fue una mujer de avanzada de edad y el plan ejecutado por los estafadores asombra y preocupa.
Según pudo reconstruir este diario, la mujer había quedado sola en casa porque su pareja había realizado un viaje durante varios días y fue justo en ese momento que los estafadores decidieron actuar. Llamaron a su vivienda, se hicieron pasar por un familiar cercano y le pidieron el dinero que sabían que la pareja tenía ahorrado.
La damnificada respondió que “sí” al pedido, pero les confió que tenía un problema y era que su pareja había viajado y se había llevado con él la llave que abría la habitación donde se guardaba el dinero.
Aquí llegó lo más osado del grupo. Los delincuentes respondieron que “eso se soluciona abuelita” y enviaron a un cerrajero que hizo el trabajo solicitado, e incluso cobró por ello mediante un pago de la misma víctima.
Después de ello, una persona enviada por los estafadores pasó por el lugar y retiró el dinero: ni más ni menos que 100.000 dólares.
Este caso se encuentra en plena investigación por parte de efectivos policiales y autoridades del Juzgado de Instrucción Dos.
Según añadieron las fuentes, mediante las cámaras de seguridad se pudo identificar el vehículo del cerrajero y a partir de ello se pudo llegar hasta él, pero el hombre recordó que recibió un llamado en el que cual le solicitaban ese trabajo, por lo que fue y lo hizo sin sospechar absolutamente nada.
El hombre narró que ese día recibió al menos cinco llamados desde teléfonos con números desconocidos, hasta que decidió atender y ahí recibió el pedido.
Los pesquisas están recolectando ahora todos los números de teléfono que se registran en las denuncias -o que pudieron ser detectados- y librando los respectivos oficios a las diferentes empresas teléfonicas con el objetivo de obtener información o pistas para poder avanzar a partir de allí.
WhatsApp y dólares
A fines de agosto, la víctima de estas nuevas modalidades de estafas virtuales fue la presidenta de la Federación Misionera de Gimnasia, Norma Thiel (51). En este caso, se valieron de su identidad y su imagen para estafar con el valor en pesos por 200 dólares a una conocida suya.
Thiel decidió contar su experiencia como una forma de advertir
sobre esta modalidad de estafas. Por su actividad, está conectada constantemente con estas personas, por lo que cree que quien se hizo pasar por ella accedió a su información desde ese contexto, ya sea por los grupos de WhatsApp o Facebook.
Al advertir que habían ingresado a su Facebook, Thiel acudió a su compañía de teléfono y también hizo la denuncia en Cibercrimen.
La respuesta al plan de los delincuentes fue rápida, ya que en la Policía, además de tomarle la denuncia, la guiaron para que haga una lista de difusión en WhatsApp. Mediante eso pudo avisar a todos sus contactos lo que había sucedido. Pero si bien mucha gente se había dado cuenta de que no era ella, una persona cayó y terminó entregando su dinero.
Lo que le explicaron a Thiel es que una vez que accedieron a su Facebook, pudieron acceder a sus contactos, debido a que la red social está asociada con su número de teléfono. Con una imagen suya, pero con un número de Buenos Aires, los estafadores le escribieron a unas 200 personas.
“Muchas personas que confían en mí por mi persona, mi trayectoria, por mi honestidad y después se dieron cuenta de que no era yo. Gracias a Dios hay algunos que le siguieron la corriente y consiguieron el número de CBU de las cuentas bancarias. Hay gente que investigó y averiguó hasta quién es el dueño de esas cuentas bancarias y de Mercado Pago”, concluyó.
Consejos:
Corroborar con quién nos estamos comunicando a través de una llamada tradicional (no por WhatsApp).
Nunca transferir dinero alguno sin estar seguros de quién es la otra persona. Verificar CBU y demás datos bancarios.
No brindar a nadie claves o tokens de seguridad. Al compartir estos datos los ciberdelincuentes no sólo pueden ingresar a nuestras cuentas, sino que también pueden acceder a préstamos online.
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