Un hombre de 49 años fue apresado por la Policía en el barrio Itaembé Guazú, luego de llevarse dinero de una caja fuerte.
Una relación laboral que se extendió por dos décadas y que se rompió por una traición. El “empleado infiel” había hecho varios arreglos en la casa de su patrón, un conocido empresario posadeño de la construcción, e incluso se había quedado como casero en sus ausencias.
Sin embargo, aprovechándose de esta confianza y del conocimiento de los movimientos de la casa, Víctor Hugo S. (49) concretó un robo millonario de casi 150.000 pesos y 20.000 dólares, según las investigaciones de la Policía de Misiones. El hombre fue detenido ayer y el botín recuperado.
Según detallaron fuentes de la fuerza, todo empezó con la denuncia del damnificado, Ricardo E. (55). El hombre, domiciliado en el barrio Itaembé Guazú, manifestó el viernes que habían ingresado a su domicilio y se habían llevado un maletín con el dinero, que estaba guardado en su caja fuerte.
Al detalle, lo que le faltaban era 150.000 pesos y 20.000 dólares, un monto que al cambio de la víspera (teniendo en cuenta el dólar blue) supera los tres millones y medio de pesos.
Todo ocurrió en horas de la mañana, cuando él se había ausentado de su casa. La víctima detalló que no habían forzado ninguna abertura del hogar, como tampoco la caja fuerte. Esto llamó la atención de todos y cerró las sospechas en el círculo más cercano.
Los investigadores de la División Robos y Hurtos de la Dirección de Investigaciones Complejas de la fuerza provincial le consultaron al empresario sobre las personas que podrían tener acceso a sus llaves y el nombre del detenido emergió rápidamente.
Al detalle, Ricardo E. (55) manifestó que Víctor Hugo había trabajado entre 15 y 20 años con él, haciendo arreglos en su casa, incluyendo la instalación de la mencionada caja fuerte. También se había encargado de cuidar el inmueble, por lo que la posibilidad y el tiempo de tener copias de sus llaves eran muy grandes.
De todas formas los pesquisas no se quedaron simplemente con la sospecha, sino que avanzaron con más elementos, que hoy prácticamente acorralan al sospechoso. Se hizo un relevamiento de las cámaras de seguridad, que identificaron a las 6 de la mañana a un Chevrolet Meriva gris en el que había huido el ladrón.
El auto pertenecía al empleado, que vive en el mismo barrio. De esta manera las autoridades del Juzgado de Instrucción Siete de Posadas, a cargo del juez Miguel Mattos, ordenaron un allanamiento ayer por la mañana. El procedimiento arrojó resultados concretos.
La evidencia hace pensar que se trata de un caso resuelto.
La Policía detuvo a Víctor Hugo S. (49) y secuestró 152.00 pesos, 19.300 dólares, las llaves de la casa, de la caja fuerte y el vehículo captado por las cámaras. También hallaron un teléfono celular que había sido comprado después del hecho – aún conservaba la factura -.
La Justicia ordenó que la plata sea devuelta al empresario y que se hagan las pericias correspondientes a las llaves y el celular, por lo que el aparato fue remitido a la Dirección de Cibercrimen.
El acusado permanece alojado en una celda a la espera de determinaciones de la Justicia. En los próximos días será trasladado a sede judicial, donde lo imputaran formalmente por el hurto. Allí tendrá la posibilidad de dar su versión de los hechos o bien abstenerse a declarar, sin que esto signifique un elemento en su contra.
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