Lo afirmó su titular, Kristalina Georgieva. El organismo advirtió por riesgos que implica la suba tasa de interés de EEUU por aumento de la inflación.
La buena noticia es que el mundo se está recuperando según lo esperado. La mala es que un gran número de países están quedando atrás. Así lo señaló este miércoles la Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, en el blog del organismo multilateral.
La titular del FMI también precisó que se espera completar a fin de agosto el proceso de asignación de la ampliación de los Derechos Especiales de Giro, por 650.000 millones de dólares. En momentos en que las reservas en divisas del Banco Central son escasas, el dato no es menor ya que por esta ampliación, al país le corresponden unos 4.300 millones de dólares.
“La buena noticia es que la recuperación mundial está progresando en gran medida en línea con el informe de abril del FMI con una proyección de crecimiento de 6% este año”, sostiene Georgieva. Y agrega que “después de una crisis como ninguna otra, estamos viendo en algunos países una recuperación como ninguna otra, impulsada por una combinación de fuertes políticas de apoyo y vacunaciones rápidas”.
Entre los países desarrollados se destaca la recuperación prevista para los Estados Unidos, 7% este año, el más alto desde 1984. La reactivación está cobrando impulso de manera similar en China, la zona del euro y un puñado de otros países de economías avanzadas y emergentes. Diagnóstico que fortalecen las posibilidades de la exportación de productos argentinos.
“Pero los datos también confirman una divergencia cada vez mayor en la suerte económica, con un gran número de países que se están quedando atrás”, afirmó la directora del Fondo.
Dos vías
Georgieva advierte que “el mundo se enfrenta a una recuperación de dos vías” (una positiva) y otra “que empeora, impulsada por diferencias dramáticas en la disponibilidad de vacunas, tasas de infección y la capacidad para brindar políticas de apoyo”. El ministro de Economía, Martín Guzmán se verá con miembros del Fondo en el marco del encuentro en el G20 y seguramente enfatizará las necesidades que tiene Argentina para hacer frente a la pandemia.
Esto lleva a que se trate de “un momento crítico que pide una acción urgente por parte del G20 y los responsables políticos de todo el mundo”.
Las estimaciones del FMI arrojan que un acceso más rápido a las vacunas para las poblaciones de alto riesgo podría potencialmente salvar más de medio millón de vidas solo en los próximos seis meses.
La titular del organismo multilateral afirmó que, la variante Delta genera preocupaciones en todas partes, incluso en las naciones del G20, impulsando “un aumento brutal de infecciones en África subsahariana”. En esa región, menos de 1% de los adultos están completamente vacunados, en comparación con un promedio de más del 30% en las economías más avanzadas.
La reducción de los recursos fiscales hará que sea aún más difícil para las naciones más pobres aumentar las vacunas y apoyar sus economías sostiene Georgieva y advierte que “esto dejará a millones de personas desprotegidas y expuestas al aumento pobreza, falta de vivienda y hambre”.
Inflación
En tren de alertas, la directora del Fondo también sostuvo que el mundo está atento al reciente repunte de la inflación, especialmente en Estados Unidos: “existe el riesgo de un aumento de la inflación o de las expectativas de inflación, lo que potencialmente podría requerir un endurecimiento de la política monetaria estadounidense”.
El tema es preocupante porque tasas de interés más altas en los Estados Unidos “podrían conducir a un fuerte endurecimiento de las condiciones financieras globales e importantes salidas de capital de las economías emergentes y en desarrollo”. Particularmente, este escenario plantearía mayores desafíos para países con grandes necesidades de financiamiento externo o niveles elevados de deuda.
Seguramente Guzmán hará mención de este punto para reforzar su iniciativa de que el organismo reduzca los sobrecargos en los intereses. Asimismo, el titular del Palacio de Hacienda viene planteando la necesidad de que el FMI evalúe el crear una nueva línea de financiamiento a un plazo superior a los 10 años. En “este es un momento crítico para el mundo”, Georgieva considera que son necesarias medidas urgentes para superar la dispar recuperación.
Ayuda
A su juicio, el primer paso consiste en avanzar en la cooperación internacional para terminar con la pandemia.
El personal técnico del FMI desplegó recientemente un plan de 50.000 millones de dólares que podría generar billones de dólares para la ampliación de las vacunaciones y una recuperación acelerada de las economías. Para acelerar la implementación de estas acciones, el FMI, el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Mundial del Comercio han formado una “sala de guerra” en la que acordaron trabajar juntos para ayudar a rastrear, coordinar y promover la prestación de servicios vitales de salud, herramientas para los países en desarrollo y para movilizar a los responsables de la formulación de políticas para eliminar los obstáculos críticos.
El apoyo del G20 y otras economías marcará la diferencia, según Georgieva, al respaldar el objetivo de vacunación de al menos el 40% de la población en todos los países para fines de 2021, y al menos el 60% para el primer semestre de 2022.
Para alcanzar estos objetivos, las acciones críticas incluirían un mayor intercambio de dosis con los países en desarrollo; el apoyo a donaciones y financiamiento en condiciones favorables para aumentar y diversificar la producción de vacunas, reforzar la administración, el diagnóstico y la terapéutica, y eliminar todas las barreras para exportaciones de insumos y vacunas terminadas y a las operaciones de la cadena de suministros.
Recuperación
El segundo paso consiste en asegurar la recuperación, afirmó la titular del FMI. Recordó que, liderado por las economías del G-20, el mundo ha tomado medidas extraordinarias y sincronizadas, incluyendo alrededor de 16 billones de dólares en acciones fiscales. Consideró que en los países donde las infecciones están aumentando rápidamente, es fundamental que sigan recibiendo apoyo la atención médica a las personas vulnerables, los hogares y las empresas. Y “esto requiere medidas fiscales específicas, dentro de marcos creíbles a medio plazo”.
Y como tercer paso, Georgieva consideró necesario en apoyar a las economías vulnerables. Estimó que los países de bajos ingresos tienen que desplegar unos 200 mil millones de dólares durante 5 años solo para luchar contra la pandemia. Y luego otros 250 mil millones de dólares para tener el espacio fiscal para realizar reformas estructurales. Para ello es vital que las naciones más ricas redoblen sus esfuerzos, especialmente en el financiamiento concesional y el manejo de la deuda.
Por su parte, el FMI ha proporcionado 114 mil millones de dólares en nuevo financiamiento para 85 países y alivio del servicio de la deuda para los miembros más pobres. Además, anticipó que el Fondo está trabajando para magnificar el impacto de la nueva asignación de DEG, al fomentar la canalización voluntaria de algunos DEG, junto con préstamos presupuestarios, para alcanzar una meta global total de 100 mil millones de dólares para los países más pobres y vulnerables.
Dijo que están explorando formas de lograrlo, incluso a través del programa de Reducción de la Pobreza y Growth Trust y posiblemente un nuevo Resilience and Sustainability Trust (RST). La reunión del G20 de esta semana tendrá, según Georgieva, una oportunidad para avanzar en el plan de un nuevo RST, para apoyar a las naciones de ingresos bajos, así como también a los países de ingresos medios más pobres y vulnerables devastados por la pandemia.
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