Tras un alerta emitido por la represa Itaipú donde dieron aviso acerca de la reducción de caudal a 400 metros cúbicos, pro el cierre de las compuertas a la media noche del sábado, los ríos Iguazú y Paraná registraron una bajante de hasta 3 metros en la altura de los cauces en pocas horas, esto provoco que la balsa con las bombas impulsoras de la toma de agua del rio Iguazú encallara.
Si bien la bajante del rio Iguazú inferior se vio directamente afectado por el cierre de las compuertas de la represa Itaipú, el rio Iguazú también registro una bajante y el caudal del agua que se desploma en cataratas se redujo en 250 metros cúbicos por segundo. El 1 de julio a las 22 horas el rio Iguazú alcanzo 1.440 metros cúbicos por segundo, desde ese momento comenzó a descender y a las 16hs del domingo 4 de julio registró 717 metros cúbicos y el pronóstico es que continúa descendiendo.
Según el informe especial pronóstico de precipitaciones del Servicio meteorológico nacional, en la semana del 6 al 12 de julio no se esperan lluvias significativas en las cuentas de rio Iguazú, Uruguay, Paraná y Atuel. Los meteorólogos esperan que la sequía se intensifique y la bajante de los ríos podría llegar a 15 metros para el 20 de julio.
En esta oportunidad los equipos de bombeo de la balsa de la toma de agua del rio Iguazú no se vieron afacetados por la bajante ya que estaban apagados por el trabajo de sellado del cárcamo que se llevan adelante, y están previstos que finalicen en el trascurso de la tarde para luego poner en marcha dos equipos de bombero en el cárcamo y aumentar la producción de agua potable y así normalizar el servicio de distribución de agua que lleva más de 40 días con dificultades.
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