El seleccionado argentino jugó de mayor a menor frente a Chile y terminó resignando dos puntos en el empate de esta noche ante su par de Chile, 1 a 1, en encuentro correspondiente a la séptima fecha de las Eliminatorias Sudamericanas que por primera vez tuvo un encuentro del representativo albiceleste en el estadio Único-Madre de Ciudades, de Santiago del Estero.
El homenaje a Diego Maradona marcó un emotivo arranque de partido para Argentina, que salió decidida a ser digna de él y desde ese dispositivo “que cambia de intérpretes pero no de funcionamiento” -según aclaró el director técnico Lionel Scaloni en la conferencia de prensa de ayer en Ezeiza- dominó a Chile durante la primera media hora de partido.
Con Ángel Di María por izquierda y Lucas Ocampos por derecha se dispuso a atacar el equipo argentino, siempre con Lautaro Martínez entrando y saliendo por el centro de la ofensiva y Lionel Messi suelto, buscando y encontrando esos espacios por donde clavar el estilete que lleva en su pierna izquierda.
Chile, en tanto, sin la conducción futbolística y psicológica de Arturo Vidal, contagiado en coronavirus, se sostenía en la experiencia de su línea de cuatro en el fondo y en las transiciones rápidas que impulsaban Charles Aranguiz y el velezano Pablo Galdames en el medio, para poner en situaciones favorables a Alexis Sánchez y Eduardo Vargas arriba.
Cuando esto le salió esporádicamente bien a los dirigidos por el uruguayo Martín Lasarte en su presentación, se encontró con la firmeza defensiva de uno de los tres debutantes que hoy tuvo Argentina (llegó a 35 en el ciclo de Scaloni), Cristian Romero, elegido el mejor defensor de la Serie A italiana y a quien Atalanta decidió adquirir definitivamente.
El otro debutante como titular, el arquero Emiliano Martínez, no había pasado zozobra alguna cuando a los 24 minutos el equipo albiceleste llegó a la justa ventaja mediante un tiro penal sancionado por el árbitro venezolano Jesús Valenzuela a instancias del VAR; tras una falta de Guillermo Maripán a Lautaro Martínez.
Desde la sala del VAR que estuvo a cargo de su compatriota Juan Soto, porque el designado originalmente, el uruguayo Leodán González, dio positivo en coronavirus, le llegó la sugerencia a Valenzuela de observar el monitor y allí comprobó que la infracción que él no había advertido del defensor chileno, efectivamente había existido.
Messi definió con categoría, a la izquierda de su excompañero en Barcelona, Claudio Bravo, que se arrojó hacia la derecha, y la ventaja en el juego se transfería sincronizadamente al marcador.
Pero a partir de allí los chilenos crecieron en su juego, no hasta el punto de inquietar demasiado a la zaga argentina, pero si por lo menos para quitarle la pelota a Messi y Rodrigo De Paul, de buena tarea.
De hecho, un tiro libre de Messi que Bravo descolgó en el ángulo superior izquierdo, pudo poner a Argentina dos goles arriba en el marcador, pero una desatención de Juan Foyth, destacado en el equipo ideal de la Europa League jugando como central en Villarreal pero hoy forzado nuevamente a ser lateral derecho, lo llevó a cometerle una falta cerca del área a Jean Meneses que iba a resultarle fatal a los albicelestes.
Es que la ejecución de Charles Aranguiz al segundo palo, de izquierda a derecha, encontró a Gary Medel ganándole la espalda a todo el fondo argentino, y su centro forzado al medio del área chica encontró a Alexis Sánchez casi llevándose la pelota por delante para marcar la igualdad y el primer gol de su carrera a la Argentina.
Así se consumió el primer tiempo y los nervios empezaron a consumir a Scaloni, que para el arranque del segundo período decidió sacar al amonestado Lucas Martínez Quarta por un más versátil Lisandro Martínez y a un Ocampos que se diluyó jugando por izquierda por un Joaquín Correa que trabajó diferenciado algunos días de la semana porque se estaba recuperando de una lesión.
Sin embargo esos cambios no modificaron demasiado lo observado en el final de la etapa inicial, ya que Chile, sin sobrarle nada, seguía siendo ligeramente superior, algo que se sostuvo en el tiempo hasta que a estos dos primeros ingresados en Argentina se sumaron dos debutantes absolutos más como Julián Álvarez primero y Nahuel Molina Lucero después, para relevar a un Di María que fue de más a menos y al mencionado Foyth.
Con ellos y otro jugador en vías de recuperación de una lesión como Exequiel Palacios, que ingresó por un Leandro Paredes que tuvo poco contacto con el balón en la mitad de la cancha, Argentina renovó el aire y el juego que había mostrado al principio, volvió a ser mejor que su rival y estuvo otra vez merodeando el arco de Bravo, que se exigió en un par de remates de media distancia de Messi y De Paul.
Argentina volvió también a dejar inactivo a “Dibu” Martínez, pero no pudo plasmar arriba lo que no sufría abajo, y el partido fue languideciendo hasta que el pitazo final dejó todo como al principio y a los dirigidos por Scaloni resignando por segunda vez en cinco presentaciones y por el mismo marcador, dos puntos como local. La vez anterior fue con Paraguay.
Ahora Argentina se las verá el próximo martes con Colombia en Barranquilla, mientras que Chile será anfitrión de Bolivia.
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