Tres jóvenes, una de ellas menor, relataron ayer ante la Fiscalía de Puerto Rico que el profesional se excedió con ellas durante distintas consultas dentro del hospital local.
Tres jóvenes, entre ellas una adolescente de 17 años, denunciaron ayer por la mañana ante la Fiscalía de Instrucción Uno de Puerto Rico a un ginecólogo de 41 años que trabaja en el hospital de área de esa localidad por manoseos y exceso en sus funciones como profesional médico durante distintas consultas a las que asistieron el jueves pasado en el mencionado nosocomio.
Se trata de Rodolfo D., mismo galeno que en octubre pasado había sido denunciado por un supuesto hecho de abuso sexual por parte de otra paciente (21 años) que había ido atenderse al Hospital Madariaga de Posadas. Por esa causa el médico fue liberado semanas después tras un auto de soltura emitido por el Juzgado de Instrucción Uno de Posadas.
De acuerdo a los datos recabados por este matutino en base a fuentes cercanas a la pesquisa, las tres denunciantes -dos jóvenes de 20 años y una tercera de 17, todas de la mencionada localidad- se presentaron el lunes a primera hora ante la Justicia de Puerto Rico con la intención de realizar las correspondientes acusaciones.
Sin embargo, en ese momento no se pudieron concretar las diligencias debido a que la adolescente sufrió una leve descompensación, lo cual hizo obligó a postergar hasta ayer la toma de declaración.
Según las fuentes consultadas, las jóvenes dijeron que el jueves 27 de mayo fueron hasta el hospital local para atenderse con distintos tipos de consultas. Sobre esto, se supo que una de ellas asistió al centro asistencial por una presunta infección urinaria.
En ese contexto, una de ellas, al salir de la consulta, habría expresado ante las demás mujeres que aguardaban su turno sobre distintos tocamientos y episodios de abuso por parte del profesional. Mismos hechos que habrían padecido minutos más tarde otras dos pacientes que estaban en el lugar.
Y, por si fuera poco, horas más tarde la indignación de las jóvenes creció aún más al tomar conocimiento del antecedente previo que el mismo galeno tiene, pero en la capital provincial.
A partir de estas presentaciones, el fiscal Jorge Fernández inició las actuaciones correspondientes para el requerimiento formal de instrucción de la causa y a la vez solicitó que las denunciantes sean atendidas por médicos del Poder Judicial a los fines de establecer si fueron víctimas de algún tipo de abuso sexual, al igual que la inmediata asistencia psicológica.
Ante la consulta de este matutino, desde el mencionado hospital señalaron que están al tanto de las denuncias y que tomaron conocimiento de ellas, ordenaron la separación provisoria del profesional e iniciaron un sumario administratitivo interno para deslindar responsabilidades.
Por lo pronto la pesquisa estaría encuadrada dentro de la figura de abuso sexual simple, aunque el fiscal deberá analizar detenidamente los relatos de las denunciantes para poder definir la calificación pertinente ya que no se descarta que la investigación pueda cambiar en los próximos días a abuso sexual con acceso carnal.
Se espera también que las dos mayores de edad puedan ampliar su presentación ante el juez Rubén Lunge, quien provisoriamente subroga en el Juzgado de Instrucción de Puerto Rico a Manuel Balanda Gómez, actualmente de licencia.
En tanto, en el caso de la menor se aguarda la definición de una fecha para la realización de una entrevista con psicólogos en Cámara Gesell.
Por último, trascendió que durante la jornada de hoy, una cuarta joven podría acercarse hasta el juzgado para radicar una denuncia por abuso en contra del mismo profesional.
Denuncia previa
El 21 de octubre pasado, en la Comisaría Decimotercera de Posadas, una joven de 21 años denunció al mismo profesional por un supuesto hecho de abuso durante una consulta a la que había asistido horas antes en el Hospital Madariaga.
En la presentación, la muchacha contó que el galeno llaveó la puerta del consultorio y que allí fue víctima de ultrajes y tocamientos durante el tiempo que estuvo con el profesional. Ante esta fuerte acusación, Rodolfo D. (41) fue detenido y durante la audiencia indagatoria ante el juez Marcelo Cardozo, titular del Juzgado de Instrucción Uno, desmintió los dichos de la joven. Allí además remarcó que en todo momento se dedicó a “practicar el acto médico que correspondía”.
Por esta pesquisa, se tomó una testimonial a una enfermera y cuyo relato contradijo a los dichos de la chica. La trabajadora contó que en todo momento pudo ingresar al consultorio y que no observó situación sospechosa alguna. Por ello, y luego de otras pericias, el juez Cardozo dispuso la liberación del acusado mediante un auto de soltura.
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