El confinamiento estricto generó otro duro golpe a Puerto Iguazú. Desde la AGHAI remarcaron que “para la hotelería y la gastronomía se vienen meses muy difíciles y no sabemos cómo vamos a afrontar”.
Sin oxígeno y con muchas deudas. Así están los empresarios de la ciudad de las Cataratas que desde el comienzo de la pandemia de COVID-19 se vieron afectados, ya que el rubro turístico, del cual depende la localidad, fue el más golpeado. Los primeros análisis marcarían que el sector comenzaría con su recuperación recién en 2023.
Con el nuevo confinamiento que decretó el presidente de la Nación, Alberto Fernández, que se extiende hasta el próximo 30 de mayo, quienes dependen de la actividad vuelven a sufrir otro duro impacto debido a que un importante porcentaje de turistas llegaban desde Buenos Aires. Sumado a que el Ministerio de Ambiente de la Nación ordenó el cierre de los Parques Nacionales en adhesión al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) presidencial para combatir la pandemia; por lo cual la medida alcanzó al Parque Nacional Iguazú.
El presidente de la Asociación Hotelera, Gastronómica y Afines de Iguazú (AHGAI), Santiago Lucenti, se refirió a la actualidad del sector. Dijo que “la situación de Iguazú está muy difícil y hasta peor que el año pasado porque en 2020 cuando se cerraron los establecimientos se contaba con algún recurso y estaba la posibilidad de tomar algún crédito, pero después de 15 meses sin facturación y viendo que todavía quedan varios meses por delante la situación se torna más compleja”.
Expuso que “este fin de semana largo teníamos reservas que rondaban en torno al 50%, pero tras las medidas (a nivel nacional) que se tomaron se cancelaron en su gran mayoría”.
Agregó que “nos queda un junio sin reservas y tenemos que empezar con la devolución de los créditos. Para la hotelería y gastronomía se vienen meses muy duros y difíciles, y no sabemos realmente cómo lo vamos a afrontar porque tenemos una ayuda que va directo al salario de los trabajadores. El problema que se tiene es que las empresas se han tornado inviables y tienen gastos, pero sin ningún tipo de ayuda concreta para mantener esa estructura”.
Hasta 2023
Por otro lado, indicó que “posiblemente no tengamos temporada de julio y con suerte se tendrá algo de movimiento en octubre. Y ‘si Dios quiere’ la recuperación sería en 2023; por lo cual nos resta este año y el próximo”.
Asimismo, aseguró que “si no se logra una intervención o una ayuda concreta por parte del Estado será imposible subsistir. El sector como se lo conocía está devastado y hoy se habla de una reconstrucción del mismo”.
Por último, el presidente de la AHGAI expuso que “otra problemática es que tenemos los créditos que ya empezaron a vencerse desde marzo y hay que comenzar a pagar”. Afirmó que “la gran mayoría de las empresas no están en condiciones de hacerlo, por eso estamos a la espera de que salga alguna normativa que difiera todos los vencimientos”.
60% de turistas nacionales
Por su parte, el presidente de la Cámara de Turismo de Puerto Iguazú, Jorge Bordín, mencionó que “estábamos recibiendo turismo nacional y provincial. Más del 60% era turismo nacional y de ese porcentaje el 50% era de Buenos Aires que es donde está el foco más grave de la pandemia”.
Asimismo, adicionó que “esto es lo que realmente afecta porque no ayuda a que se visite el atractivo turístico”.
En cuanto a la actualidad de los que dependen del turismo, el también empresario expuso que “la situación es peor a la que estábamos al inicio porque muchas empresas tomaron créditos, los cuales se empezaron a cobrar, pero las deudas siguen acumulándose. Empezamos a pagar, pero no se genera ni siquiera para tener la empresa abierta”.
Por último, el empresario indicó que “veníamos informando que las empresas se estaban cerrando y algunos hoteles no abrieron”.
“Estamos transitando una situación totalmente crítica”
En conversación con Bordín, indicó que “estamos transitando una situación totalmente crítica con lo que sucede a nivel nacional porque está todo cerrado”. Aseguró que “ya veníamos con un panorama muy bajo con el turismo porque se estaba reactivando muy de a poco, y obviamente era insuficiente para la capacidad que Iguazú estaba acostumbrada a atender”.
Con el feriado extendido la ciudad pretendía tomar una bocanada de oxígeno; pero esa esperanza se fue diluyendo. Primero, el Gobierno nacional había anunciado la suspensión del feriado puente y esto derivó en el reclamo por parte de Misiones para que se revierta esa decisión. Además, las reservas hoteleras fueron en baja. En segundo lugar, se decretó un confinamiento y si bien el feriado puente quedó activo, el impacto no fue bueno.
“El feriado quedó, pero empezamos con las nuevas restricciones y quedamos en lo mismo porque no se puede hacer turismo. Es decir, que aunque se haya dicho -muy sobre la hora- que el feriado seguía activo, con la nueva medida las personas no pueden salir a recorrer otras provincias”, remarcó Bordín.
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