26 diciembre, 2024

Prevén demoras en el preñado de hacienda por falta de pasturas

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Productores ganaderos locales alertan por un retardo en el servicio de octubre ante la ausencia de grandes cantidades de pasto, que complicaría la producción de 2022.

Las escasas precipitaciones en lo que va del año y  las heladas durante el invierno generaron un efecto adverso en los pastos, insumo necesario para la alimentación de la hacienda misionera. Este combo crítico se da en un momento clave de la producción, como es el nacimiento de nuevos animales y en la víspera de una nueva temporada de servicio, es decir, en el preñado.

Según las previsiones que realizaron productores del sector, la ausencia de buenas pasturas incidirá no sólo en el peso sino en el celo de los animales, en vistas a la producción 2022.

Al mismo tiempo recordaron que este año la producción de pastos para la alimentación fue aún más complicada ya que desde el año pasado prima en la región un fuerte déficit hídrico como consecuencia directa de La Niña, el evento climático que redujo el arribo de frentes de lluvia y que seguiría al menos hasta el próximo otoño.

Sequía de buenas pasturas

En diálogo con el productor Gabriel Muzzachoidi manifestó que “la falta de lluvias está complicando a la actividad, y ya venimos de un año con muy pocas lluvias, aunque ahora la situación se acentuó. La última vez que tuvimos días de lluvias abundantes fue hace más o menos unos 60 días, y la semana pasada por ejemplo llovió muy poco”.

Indicó que la falta de precipitaciones se da justo en un momento importante de siembra para los cultivos anuales, como el maíz que constituye un producto fundamental para la alimentación. Los pronósticos a corto plazo no prevén abundantes lluvias y genera preocupación en quienes se dedican a la actividad.

“Esperamos que en septiembre puedan brotar un poco más los pastos. Pero justamente estamos viviendo días de altas temperaturas que pueden llegar a evaporar la poca humedad que hay si el panorama sigue así”, señaló el productor.

Luego, recordó que los pastos son la principal fuente de comida para el ganado, cuyo déficit se siente en una temporada de partos de las vacas que requieren de abundantes pasturas. Asimismo, la alerta está puesta en los próximos meses, cuando se ingrese en la temporada de servicio: “La vaca que no está pariendo, si no tiene buena alimentación, haría que el servicio de los próximos meses esté complicado y que no logremos que el porcentaje de preñado sea el mejor”.

Por su parte Roberto Comparín, administrador de la Cabaña Doña Magda, detalló el contexto en el que se encuentra la actividad ganadera en torno a la sequía predominante. “Los que estamos en ganadería sabemos que es una época difícil salir del invierno, porque todo depende de cómo termina. Y en esta ocasión el invierno fue muy fuerte porque realmente los pastos se secaron y la hacienda está esperando que empiecen a brotar los pastos, porque en algunos lugares como que empezó a querer brotar. Lo que estamos esperando es que no vuelva a ocurrir un evento igual de heladas y faltas de pastos”, expresó.

En este sentido, el productor dijo que este año la situación fue más complicada comparado con 2020 ya que se arrastró el déficit hídrico del año pasado. “En enero de este año hubo buenas lluvias, y luego no hubo tantas. Muchos entramos a la temporada de invierno con pocos pastos, y lo poco que quedó sufrió la helada y eso nos hace difícil poder vender una vaca gorda a una carnicería”, subrayó.

Una temporada complicada

La falta de buenas pasturas y de una alimentación adecuada se da en una temporada de nacimiento de nuevos animales y en la víspera de la época de celo y preñado, en vistas a la producción de 2022.

“La falta de buenas pasturas se da en un momento de nacimiento de los animales, que tienen que mamar. Lo más probable es que los animales salgan más livianos. Porque si uno no tiene pastos, utilizar suplementos son caros y no todos los productores tienen la espalda financiera. Todos esos temas están en discusión”, planteó Muzzachoidi.

En tanto que Comparín aseguró: “Las vacas sienten la falta de pasto y más ahora que están amamantando. Las vacas que no están bien alimentadas por esta situación, no van a entrar en celo o preñarse. Es un momento difícil de preñar por la falta de pastos, y esa demora atañe y dificultará la producción del 2022. Es una situación delicada, porque se nos viene la noche”.

Y en esta línea agregó: “No se está dando una buena situación porque las vacas están flacas y difícilmente tengamos un buen porcentaje de preñez. Eso complica también el negocio de la actividad y demora todo. Después, será difícil volver a preñar porque ya venimos atrasados y no se llega a entrar en servicio. Se viene complicando año a año”.

Es que ya el año pasado la ausencia de buenas pasturas demoró los servicios en octubre y noviembre, que se postergaron recién para abril y mayo de este año. 

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