Es el principal pedido y expectativa de los mercados de granos y carnes, para mejorar los ingresos de la exportación, hoy recortados por intervenciones y retenciones
Los diferentes actores del agro esperan que Javier Milei unifique rápidamente el tipo de cambio y reduzca las regulaciones que traban el comercio exterior y la compra de bienes importados. Operadores y productores apuestan a que un dólar más alto destrabe ventas, aún sin precio, de soja, maíz y trigo de la pasada cosecha y de la presente campaña que acelere la venta del cereal recién cosechado a un valor de referencia de $650 para el dólar.
En ganadería bovina esperan precisiones sobre los planes para desregular el comercio exterior y reducir las retenciones. Esto, creen, incentivaría nuevas inversiones, por ejemplo en fertilizantes, para generar más granos o pasto y estimule sumarle kilos a los rodeos bovinos.
Orden, previsión y dólar único
“Estamos con muchas expectativas”, dijo Federico Zerboni, flamante presidente de la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar). Lo que necesita el sector privado, añadió, “es tener condiciones macroeconómicas coherentes y lógicas; si no hay una macro que funcione, no hay cadena en el país que pueda funcionar bien”.
“Actualmente compramos insumos a la cotización del Dólar MEP o bien a $ 650. Mientras en los viejos contratos (de compraventa de granos) se pagan a $360 por dólar y los contratos nuevos se pautan a 650 pesos; hacen falta reglas claras, una macro ordenada, sin inflación y con equilibrio fiscal, para que se pueda planificar a largo plazo. Esta es la base de la economía en cualquier parte del mundo”, se explayó el titular de Maizar.
Sebastián Gavalda, director y socio de Globaltecnos, consultora especializada en comercio agrícola, explicó que la unificación cambiaria la principal demanda del mercado local de granos. “Se pide tener una sola cotización del dólar para todas las exportaciones; los últimos dos Programas de Incremento Exportador (PIE), el 70/30 y 50/50, tuvieron una gran diferencia de precios respecto a los mercados de futuros o también los contratos ya realizados, que se comercializaban al dólar oficial”, recordó.
Aunque hay expectativas positivas, los productores no creen que haya una rápida reducción de retenciones a Trigo, soja y maíz, los principales cultivos del campo argentino REUTERS/Agustín Marcarian
Según Gavalda, “se puede tener un contrato a plazo para la comercialización de trigo, vendido hace seis meses y entregado hoy a un valor de dólar de $360, mientras que el que retuvo y vendió ahora, puede obtener una cotización de $650. Así hasta esta semana contábamos con dos mercados. Por eso, lo primero es esperar la unificación del mercado de exportación. El tipo de cambio también va a destrabar la compra de insumos, y hay una tercera cuestión: achicar la brecha permite generar nuevas ventas de los productores”.
El mercado no aguarda una avalancha de ventas: aún quedan lotes de trigo viejo, y también maíz y soja de la pasada campaña, que unos pocos productores mantienen en sus campos como resguardo de valor tras el proceso electoral y el recambio presidencial. “Por lo que dicen los futuros funcionarios, va haber una devaluación. No sé si será el primer día, pero creo que será rápido. El mercado piensa lo mismo. Por ello el dólar futuro se ubica por arriba de los $700: también está esperando la devaluación; la duda es cómo será la unificación cambiaria”.
Que no haya dudas
Diego de la Puente, analista del mercado de granos y socio de Nóvitas, señaló a este medio que lo que espera el mercado es “lo que ya pregonó” Javier Milei. “En su plan de gobierno hay una serie de medidas consideradas muy importantes. Cosas que se deben anunciar rápidamente para que no haya dudas o incertidumbre. Debe quedar claro en el discurso de mañana domingo o en la semana posterior, para sumar fluidez en lo comercial”, dijo de la Puente.
“La primera es cómo será la unificación del tipo de cambio. Esta medida es fundamental, pus hoy contamos con un mercado granario totalmente distorsionado. Esto comenzó en septiembre de 2022, tuvimos tres ediciones del Dólar Soja, y luego el Dólar Agro, con tres cambios en su conformación. Dejar que el productor venda al tipo de cambio que ofrece el mercado es una manera de desregular la política cambiaria”, expresó.
De la Puente consignó además que el mercado tiene sabe que la modificación de los derechos de exportación no será inmediata. “Estas dos cuestiones son las más importantes, de los anuncios que el mercado está aguardando con mucha ansiedad, más allá del tiempo que se demore en realizarlos. También es importante, y de aplicación inmediata desregular el mercado: no poniendo cupos, cuotas, pedido de autorizaciones para exportar y prórrogas en las declaraciones juradas de ventas al exterior”.
Las retenciones, sin definición
Gonzalo Agusto, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), manifestó que “sin duda” las expectativas están puestas sobre lo que el dólar y los derechos de exportación. En esto último lo que hay son indicios de que podría haber una eliminación gradual para trigo, maíz y soja. Toda definición se traduciría en mejores precios al productor local, que en la última semana recibió un precio menor por sus granos que el que se paga en países vecinos, por las regulaciones y las retenciones”, señaló Agusto.
“Hay que evaluar cuál será la política cambiaria. Aún hay distintas versiones y hay que ver cuál será el plan económico, pero se espera un tipo de cambio más alto”, marcó Agusto. “En breve, habrá que ver cómo se desenvuelven los Pases y Leliq del Central y cómo se resuelve esta cuestión. Si no se cuenta con dólares para atender esto, se traduciría en una mayor inflación y un mayor valor para el tipo de cambio”, aseguró el economista.
Según Agusto, “la clave de la futura política será si se decide mantener un tipo de cambio fijo por un tiempo o bien desdoblado, o se procede a una unificación cambiaria. El mercado está expectante, y en cuanto a las regulaciones, hay más problemas con las importaciones, algunas están trabadas de insumos para el agro y la maquinaria agrícola”.
Ganadería
Foto de archivo: imagen de vacas en un campo cerca de la ciudad bonaerense de Pergamino, durante la propagación de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), Argentina. 4 jul, 2020. REUTERS/Agustin Marcarian
El consultor ganadero Víctor Tonelli explicó a Infobae las medidas que requieren la actividad y el complejo cárnico para desarrollarse. “Si el gobierno de Milei avanza en la macroeconomía, la unificación del tipo de cambio, el sinceramiento, la libertad de comercio y la quita de las retenciones; en el opuesto de lo hecho por el gobierno de Alberto Fernández, “la ganadería y el sector del agro tienen enormes oportunidades”, señaló.
“Esto es lo que han anunciado desde los equipos de milei y veremos cuánto pueden hacer cuando abran los cajones en los despachos públicos. Lo que sí podemos decir es que el enfoque y propuestas expresado por Fernando Vilella (elegido Secretario de Bioeconomía), lo podía haber escrito cualquiera de los integrantes de las cadenas de valor de la agroindustria”, dijo Tonell para destacar el grado de coincidencia.
“Va a haber cambios en el clima y en la política: los dos tendrán una enorme importancia: tras la sequía ahora el sector ganadero entra en un proceso de recuperación de stock. Con pasto en los campos y políticas públicas que estimulen la exportación de carne, vamos a tener un escenario espectacular para agregar más kilos a pasto para terminar a los vacunos más pesados y generar carne para vender al exterior”, dijo Tonelli, quien advirtió a su vez que los primeros 8 o 9 meses de 2024 será compleja la oferta de carne vacuna para abastecer al mercado interno. Es un tema político que no se puede disparar”, concluyó.
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