El presidente Alberto Fernández se reunió con ocho mandatarios para impulsar la destitución de los jueces del alto tribunal. Otros se sumaron por Zoom, pero hubo varias deserciones. Mariano Arcioni (Chubut) y Sergio Uñac (San Juan) faltaron a la cita. Y los mandatarios de partidos provinciales, entre ellos, el misionero Oscar Herrera Ahuad, no estuvieron en la reunión.
El Presidente Alberto Fernández escenificó este martes, el respaldo de un puñado de gobernadores kirchneristas para presentar el pedido de Juicio Político contra los ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en las próximas horas.
Sin embargo, la deserción de gobernadores en la embestida kirchnerista contra la Corte fue apabullante. Sólo fueron ocho de los 14 gobernadores que estuvieron en la Rosada dos semanas atrás para firmar el comunicado en el que el Presidente anunciaba que no cumpliría el fallo de la Corte que ordenaba devolver un porcentaje de coparticipación a la Ciudad. Además, los cuatro gobernadores de partidos provinciales que rechazaron el fallo tampoco asistieron este martes.
Para el grupo de gobernadores pejotistas totalmente alineados detrás de la Vicepresidente Cristina Kirchner, que ofició de portavoz de la iniciativa tras una reunión en Casa Rosada, los jueces incurrieron “en la violación de la ley Ética Pública y en el mal desempeño”.
Según publicó La Nación este martes, el Presidente recibió a un grupo de gobernadores pejotistas en el Salón Eva Perón, en una escena similar a la del 22 de diciembre pasado cuando se conoció el fallo de la Corte Suprema que repuso parte de la coparticipación ilegalmente cercenada a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El objetivo del Presidente era que lo apoyaran en su decisión redoblar la cruzada contra el máximo tribunal e impulsar el juicio político de Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti. Sin embargo, hubo varias dimisiones, entre ellas, las del gobernador misionero de la Renovación, Oscar Herrera Ahuad.
Además de Jorge Capitanich (Chaco), a la sede de gobierno asistieron Ricardo Quintela (La Rioja), Axel Kicillof (Buenos Aires), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Sergio Ziliotto (La Pampa), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Gildo Insfrán (Formosa).
También asistieron a la Rosada, los vicegobernadores Eugenio Quiroga (Santa Cruz) y Rubén Dusso (Catamarca). En tanto, Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Raúl Jalil (Catamarca) -que enviaron a sus segundos- y Gustavo Bordet (Entre Ríos) se conectaron por videoconferencia.
Los primeros cuatro de los mencionados, es decir, Capitanich, Kicillof, Quintela y Zamora, fueron los que, en todo momento, pidieron tomar las medidas más extremas. Algunos de ellos, de hecho, le habían pedido a Fernández que avanzara con el juicio político en la reunión de diciembre.
Participaron, además, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro. Según el mencionado diario, fue el ministro “camporista” quien alojó en sus oficinas de la planta baja a los mandatarios provinciales a medida que fueron llegando a Balcarce 50.
“El Presidente y la mayoría de gobernadores propiciamos está iniciativa en virtud de una multiplicidad de hechos. Consideramos que esta Corte tuvo una manifiesta parcialidad porque los fallos que hemos observado fueron para beneficiar a un sector político. Los argentinos no pueden estar tranquilos con miembros de la Corte que violan la Constitución”, sostuvo Capitanich en el Patio de las Palmeras de la Casa Rosada tras el encuentro del Presidente con ocho mandatarios peronistas, más otro grupo que se conectó por videoconferencia.
En el pedido de juicio político, según anticiparon los gobernadores, se cuestionará al fallo de la Corte que declaró la inconstitucionalidad de la Ley 26.080 -que redujo de 20 a 13 miembros la integración del Consejo de la Magistratura y restituyó la ley anterior-, así como también al fallo que repuso parte de los fondos de la coparticipación primaria a la administración del Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Los mandatarios provinciales también aludieron a los presuntos chats del ministro se Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, -entre ellos, un supuesto intercambio con Silvio Robles, mano derecha de Rosatti- que se filtraron ilegalmente en las últimas horas. “La legitimidad de Rosatti está totalmente en duda. No se puede dejar pasar esto”, opinó Zamora al finalizar la reunión. Este gobernador presentó una denuncia penal en su provincia contra Robles y pidió que le secuestraran sus teléfonos.
Según fuentes de la Casa Rosada, Fernández presentará el pedido de juicio político en la mesa de entradas de Diputados este miércoles, para que tome curso en comisión. Ese pedido tendrá la adhesión de los gobernadores que apoyan el proceso.
Pese a que el oficialismo no cuenta con los votos en la Cámara baja, cerca del Presidente creen que el proceso, de mínima, obtendrá dictamen, ya que la comisión tiene mayoría kirchnerista. Además, se espera que en las próximas horas el Gobierno publique un decreto para convocar a sesiones extraordinarias con un temario amplio, que incluirá este asunto.
La reunión comenzó al mediodía en el Salón Eva Perón del primer piso y finalizó poco antes de las 14. “La Corte avanzó sobre los otros poderes. Nos sentimos damnificados”, dijo Kicillof, que también ofició de vocero al término del encuentro. Sugestivamente, evitó precisar cuántos mandatarios provinciales suscribirán finalmente el pedido de juicio político.
Según trascendió en medios nacionales, varios gobernadores habitualmente encolumnados con el kirchnerismo, no formarán parte de la embestida de la Rosada contra la Corte. Sergio Uñac, el gobernador de San Juan, había estado cuando el Presidente convocó a los mandatarios provinciales por el fallo por la coparticipación, pero ahora no asistió a esta segunda reunión. En su definición podría estar pesando la judicialización de las elecciones en su provincia, donde Uñac anunció que competirá por un tercer mandato, algo que la oposición demandó por inconstitucionalidad.
No estuvo el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, quien integra el Frente de Todos, pero nunca acompañó la decisión del Presidente de desobedecer el fallo de la Corte. De igual forma, no acompañó al Gobierno el mandatario cordobés, Juan Schiaretti, un histórico peronista no alineado al kirchnerismo.
Tampoco fueron parte de la reunión los gobernadores de partidos y coaliciones provinciales, entre los que se destaca el misionero Oscar Herrera Ahuad, junto a sus pares Arabela Carreras (Río Negro), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Gustavo Sáenz (Salta) Son los mandatarios que solo se alinean en algunas medidas con el Gobierno. Y en algunos casos, tienen procesos judiciales aún en curso que debe resolver la Corte Suprema.
En la reunión anterior habían redactado un comunicado propio, en el que fueron muy críticos del fallo de la Corte por la coparticipación. El gobernador de Chubut, Mariano Arcioni -afín al Ministro de Economía Sergio Massa-, que había asistido al encuentro del 22 de diciembre, no viajó a esta segunda reunión.
Al término del encuentro, se desconocía si alguno de ellos adheriría al escrito oficial solicitando el Juicio Político a los miembros de la Corte Suprema, que será presentado en Diputados.
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