La exposición a altas temperaturas puede generar fallas multiorgánicas en los animales. Las razas más afectadas son las de hocico corto, como el bulldog
La ola de calor se hace sentir, desde hace algunas semanas, sobre el país y el territorio provincial, con sensaciones térmicas que ya superan con creces los 40°. Además de proteger la exposición directa o indirecta al sol en humanos, también se debe tener en consideración el cuidado de los animales domésticos, porque pueden verse afectados gravemente por el calor.
En este contexto, se dialogó con Fernanda Markendorf, médica veterinaria, quien explicó que “hay que prevenir la exposición a altas temperaturas, ya sea directa como indirectamente, los riesgos pueden ser a nivel multiorgánico. Algunas de las afecciones son respiratorias, cardíacas, neurológicas, afecta el funcionamiento renal, puede producir debilidad muscular y también se pueden generar hemorragias”.
En cuanto a la diferenciación entre perros y gatos, ambos manejan la misma temperatura corporal, pero “por una cuestión hormonal, los gatos tienen hábitos nocturnos, por ende son más activos cuando hay menos exposición de luz y tienden a sufrir menos golpes de calor. En cambio, los perros tienen una actividad diurna y depende de lo que hacen los dueños, si los sacan a pasear…”.
A partir de reconocer el comportamiento de las mascotas, la profesional recomendó que los animales siempre deben tener disponible agua, “en lo posible dos o tres platos, y que estén bajo la sombra”. En este punto es importante que el líquido vital este fresco y limpio, porque hay perros que no beben si tiene olor o suciedad. No se los debe dejar en espacios encerrados sin ventilación y, si se puede, hay que ofrecerles superficies frescas para que se puedan tumbar. Los ventiladores y el aire acondicionado son otra buena forma de mantenerlos frescos.
Otro tip que da Markendorf es no dejarlos dentro del auto si se realiza alguna compra o actividad. En ese caso, las mascotas pueden bajar y entrar con los dueños o, directamente, quedarse en casa. Tampoco se recomienda salir a correr ni hacer paseos demasiado largos, dado que no tienen la misma resistencia que un humano.
En cuanto a los paseos, deben ser muy temprano o a la noche, se deben evitar los horarios de 8 a 17 porque la radiación es muy dañina. También el calor que emana de la superficie les daña las almohadillas de las patas y les genera quemaduras de diferentes grados.
A su vez, se recomienda no alimentarlos durante estas horas críticas, se puede hacer una comida temprano y otra a la noche, porque el proceso digestivo aumenta su temperatura corporal.
El uso del protector solar es posible, aunque lo mejor es no exponerlos, en el caso de que se utilice tienen que ser de alto factor protector -mayor a 50- en animales de pelo blanco, se lo debe aplicar en punta de orejas, panza, nariz y pulpejo (debajo de las patas).
Razas más propensas
Ciertas características de las mascotas pueden hacer que estas temperaturas sean más peligrosas. Los perros de edad avanzada, con sobrepeso u obesidad son más sensibles al calor. También son más propensas las razas braquicefálicas (llamadas de cara chata u hocico chato) como bulldog, boxer y boston terrier.
“Las razas de perro braquicefálicas tienen mayor predisposición a sufrir un golpe de calor debido a sus características anatómicas particulares -como estrechamiento de los orificios nasales y el paladar alargado- que hacen que su ventilación sea ineficiente”.
En razas peludas lo recomendable es “que tengan el pelo corto aunque no al ras de la piel y bien higienizado. A modo de ejemplo, en los caniches el pelo se anuda y cuando no se secan bien pueden generar una dermatitis o proliferación de hongos”.
Signos
Lo primero que se manifiesta ante un golpe de calor es un estado de inquietud o ansiedad en los animales domésticos. En primera instancia, se puede acompañar con respiración acelerada, jadeo, salivación abundante, alteración del color de sus mucosas (rojas congestivas) y más calor corporal del habitual.
A medida que su temperatura aumenta el golpe de calor se puede manifestar con temblores, debilidad muscular y falta de equilibrio, vómitos y diarrea, hasta convulsiones.
Aconsejan no exponer a los niños al sol
Desde la Secretaría de Salud y Desarrollo Humano de Posadas lanzaron una advertencia a la ciudadanía para tomar recaudos sobre la exposición de los niños al sol aticipándose al verano. Con respecto a los niños, “los pediatras municipales hacen hincapié en la importancia de evitar la exposición en las horas de mayor calor y sol, es decir, en los horarios picos de radiación solar, que son de 10 a 16. Además, usar ropa ligera que cubra brazos y piernas, sombrero, sombrilla y anteojos. Asimismo se recomienda usar protector solar”, explican en el comunicado.
Aconsejan utilizar protectores solares de amplio espectro, contra radiaciones UVA y UBV, media hora antes de la exposición al sol y renovar cada 2 o 3 horas; no exponer al sol a recién nacidos y bebés menores de 1 año en forma directa y aplicar el protector solar en zonas de la piel de mayor riesgo de quemadura (rostro, orejas, hombros).
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