Una Cancillería de “puertas abiertas”, apoyo sustancial en los diplomáticos de carrera, énfasis en la plataforma de promoción comercial con una mirada más federalista y una política exterior de Argentina enfocada sustancialmente en América latina.
El flamante canciller Santiago Cafiero arrojó en los últimos días todas estas directrices durante las charlas que mantuvo con los diplomáticos del Palacio San Martín en función al nuevo rumbo que buscará darle a la política exterior del gobierno bajo el mandato de Alberto Fernández
“Hay que promover al cuerpo diplomático y capacitarlos en la promoción de nuevos talentos y activos, como la economía del conocimiento, para su exportación”, expresó un allegado a Cafiero que remarcó la idea central del nuevo ministro: “alentar una Cancillería de puertas abiertas”. La idea contrasta sustancialmente con el esquema cerrado, de aislamiento, rodeado de pocos funcionarios del cuerpo diplomático y plagado de errores conceptuales que tuvo hasta hace poco el ex canciller Felipe Solá.
Por el contrario, Cafiero quiere darle un énfasis más profesional a la política exterior. Su equipo de trabajo estará liderado por Cecilia Todesca, el vicecanciller Pablo Tettamanti y el secretario de Culto Guillermo Oliveri. El resto de la grilla será ocupada por diplomáticos de carrera.
Un hecho político que marcó el nuevo rumbo que Cafiero quiere darle a la Cancillería en contraposición con el controvertido Solá es que la primera reunión pública de trabajo se hizo con los ejecutivos del sector de los unicornios y pymes tech. Estuvieron presentes Javier Alcalde y Juan Pablo De Santis, de Ualá; Brenda Puig y Matías Fernández Díaz, de Mercado Libre; Néstor Nocetti y Verónica Giménez, de Globant; y Pablo Fiuza, de Q Services y presidente del Polo IT de la Ciudad de Buenos Aires.
En ese encuentro, Cafiero y los empresarios coincidieron en la necesidad de promover la economía del conocimiento, sector de alto potencial tanto en la generación de valor y empleo como en la capacidad exportadora que posee. Al mismo tiempo, acordaron generar una capacitación para todos los diplomáticos sobre las cualidades del sector para acelerar la presencia de las pymes y empresas en el mundo.
A la vez, el Ministro de Relaciones Exteriores les transmitió a los empresarios la idea de “poner la Cancillería y toda su red de embajadas en el mundo a disposición, para impulsar más oportunidades que generen posibilidades de trabajo genuino y abrir nuevos mercados a las empresas del sector” y así fortalecer el perfil de la Argentina como exportador de conocimiento.
Este esquema se sustenta en un lema que bajó Cafiero desde su primer día en el Palacio San Martín: “cada embajador, cada embajadora, responderán por un éxito comercial. Las divisas son un objetivo de política pública popular. Necesitamos más y más divisas para disminuir la vulnerabilidad externa de la Argentina”, les dijo.
Para este objetivo la Cancillería profundizará su política de comercio e inversiones. Así, la orden ministerial es que cada embajada, cada consulado, deberá abrir cada mes el canal para un nuevo producto fabricado con trabajo argentino.
En este sentido, se contempla desplegar más misiones comerciales, con anclaje en las economías regionales y pymes, en alianza con todos los gobernadores. “Debemos apuntar a una Cancillería bien federal”, dijo un allegado a Cafiero. De esta manera, la intención del nuevo canciller es abrir más mercados y estimular más productos argentinos en el mundo.
Un destacado funcionario que conoce al nuevo canciller desde hace muchos años tradujo el espíritu del nuevo rumbo que habrá en el Palacio San Martín: Cafiero tendrá una política de “despacho abierto”. Esto es todo un cambio en un ministerio que hasta ahora estaba conducido por Solá de manera hermética y con escasa interacción con las provincias o con otros ministerios.
El contraste que busca Cafiero de la Cancillería de Solá no termina allí. También el nuevo ministro buscará profundizar el esquema de foros multilaterales como la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe, Celac, donde la Argentina le toca presidir. “Las relaciones con Sudamérica y con América Latina son irrenunciables”, les dijo Cafiero a sus allegados.
En relación al Mercosur la intención del nuevo canciller es cumplir un mandato de Alberto Fernández: preservar “a toda costa” este espacio común. Un funcionario que acompaña a Cafiero en esta etapa reveló a El Cronista que la idea es hacer todo lo posible por llegar a acuerdos con Brasil, Uruguay y Paraguay que “no sean gravosos para la industria de ninguno de los cuatro países”.
Cafiero cree que los industriales de Brasil y de la Argentina tienen mucho en común y las cancillerías deben recoger esa base de acuerdo. Pero no hay pistas aún de lo que hará el nuevo canciller ante la tesitura de Uruguay de avanzar en acuerdos de libre comercio con otros países por fuera del Mercosur. un hecho que desató un fuerte desencuentro entre Alberto Fernández y su par uruguayo Luis Lacalle Pou.
En relación a Estados Unidos, China o la Unión Europea, la idea de Cafiero es seguir los parámetros trazados por Alberto Fernández: es decir, buscar el “equilibrio de la diplomacia” con vínculos maduros con todos los bloques de peso a nivel mundial.
Con Washington ya tuvo un reto esta semana. El canciller Cafiero decidió apelar el fallo de la Corte Internacional de Comercio de Estados Unidos que se expidió en contra de la posibilidad de abrir el mercado del biodiesel argentino en territorio estadounidense. Pero en el gobierno no ven en ello una declaración de guerra contra la administración de Joe Biden, de la que tienen buena llegada y comparten muchos valores en común.
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