Caso Wu: cinco acusados volverían a abreviar y el restante irá al banquillo

El debate iba a comenzar hoy, pero se suspendió y la causa se resolverá por separado: cinco imputados firmarían una pena de 10 años de cárcel y el último irá a juicio solo.

Después de varias idas y vueltas, el expediente por el secuestro del comerciante chino Daniel Wu será dividido en dos y sólo uno de los acusados responderá por sus actos en un debate oral, dado que los restante cinco imputados volvieron a aceptar la firma de un juicio abreviado por diez años de prisión.
El debate para esclarecer el hecho registrado en agosto de 2016 debía comenzar hoy en el Tribunal Oral Federal (TOF) de Posadas, pero fuentes consultadas indicaron que el proceso finalmente fue suspendido en virtud de que cinco de los imputados manifestaron su intención de volver a firmar un juicio abreviado.
Un acuerdo de similares características se había firmado en 2018, pero luego fue anulado por la apelación planteada por dos de los imputados y porque la Cámara Federal de Casación Penal consideró que el pacto se había realizado sin la declaración de la inconstitucionalidad del límite que establece el artículo 431 bis, planteo que se realiza habitualmente para poder firmar acuerdos con penas mayores a los seis años de prisión.
Luego de eso, se decidió que el expediente debería ser dirimido entonces en debate oral, cuyas audiencias iban a comenzar hoy pero finalmente fue suspendido y la causa se resolverá en dos partes: cinco imputados volverían a acogerse a un juicio abreviado por diez años de prisión en el cual primero se solicitará la declaración de inconstitucionalidad del artículo 431 bis y sólo un imputado, Alexis Puchalski, se terminará sentando en el banquillo de los acusados en debate oral porque no acepta la pena propuesta al considerar que su participación en el caso fue menor a la de los demás.
El juicio se iba a realizar en el TOF de Posadas con la participación por videoconferencia de los magistrados subrogantes Fermín Amado Ceroleni (Corrientes), Rubén Quiñones (Formosa) y Juan Manuel Iglesias (Chaco), en tanto que en la fiscalía iban a intervenir Vivian Barboza y Pablo Di Loreto.
Además de Puchalski, los demás imputados en esta compleja causa por “secuestro extorsivo agravado por la participación de tres o más personas” son Lin Shihua, Adán Alcides Rojas, el soldado Maximiliano Penayo y los hermanos Alejandro y Fernando Senesoopha. Todos permanecen privados de su libertad. Los primeros cuatro están alojados en la Unidad Penal I de Loreto, mientras que los últimos dos se encuentran en la Colonia Penal 17 de Candelaria, dependiente del Servicio Penitenciario Federal (SPF).
Todos están detenidos desde 2016, por lo cual una vez que se formalice la sentencia correspondiente al acuerdo de juicio abreviado para cinco de ellos, en poco tiempo ya estarán en condiciones de solicitar los beneficios de salidas transitorias y luego condicionales.
Las mismas fuentes consultadas por este matutino indicaron que la víctima del hecho tampoco se opuso a la suspensión del debate, aunque solicitó que a los implicados se aplique restricciones de acercamiento hacia él y su comercio una vez que recuperen la libertad.

El caso
De acuerdo a la reconstrucción efectuada por la fiscalía de instrucción, la víctima, que es hijo de un comerciante de nacionalidad china, fue secuestrado el 16 de agosto de 2016 cerca de la medianoche.
Sus captores lo tomaron cautivo en la costanera del Acceso Oeste, hacia donde había ido tras acordar un encuentro íntimo con una mujer.
En ese lugar, Wu fue abordado por Penayo y Rojas, quienes lo redujeron para llevárselo cautivo dentro de un vehículo. De ahí, fue trasladado hasta una casa de San Isidro que había sido alquilada por Shihua y Penayo exclusivamente para perpetrar el hecho. Allí estaban Fernando Senesoopha y Puchalski.
Wu fue metido en la vivienda y allí quedo maniatado, hasta que al menos 13 horas después pudo soltarse y huir.
Su padre había pasado una madrugada tensa. En cuestión de horas recibió al menos tres llamados extorsivos en el cual negociaban el pago del rescate, cuyo monto empezó en 500.000 dólares y quedó en 200.000 pesos.
El pago estuvo a punto de concretarse, ya que el padre llevó el bolso con el dinero pero nadie pasó a retirarlo.
La investigación concluyó además que mientras Penayo supuestamente hacía llamadas extorsivas, Lin y Alejandro Senesoopha, desde el domicilio de los padres de Wu, habrían suministrado datos sensibles para el desarrollo del plan.
El escape de la víctima luego activó una investigación en la cual uno a uno fueron cayendo los acusados.